Nos interesa recuperar una noción fundamental, se trata de la idea de enseñanza entendida como instrucción o como guía del aprendizaje.
Llamamos instrucción a las acciones centradas en el profesor como la explicación, la exposición, la transmisión.
En cambio, al considerar la enseñanza como guía del aprendizaje, las acciones estarán centradas en los alumnos y el profesor asumirá un papel de guía y facilitador de la reflexión y el conocimiento, generando condiciones para que los estudiantes integren el saber de las prácticas, el saber sistematizado y la elaboración personal (Schon, 1992).
Si bien ambas consideraciones de la enseñanza han sido muchas veces planteados como antagónicos o en dos polos opuestos, Davini (2008) sugiere que las polaridades son improductivas. En todos los casos, el docente transmite y lo hace por distintos caminos y mediaciones. Es necesario resaltar que la construcción activa y la reflexión sucede en y por la instrucción. “Aun dentro de la literatura pedagógica especializada existe esta tendencia a la polarización en el discurso y en las propuestas, entre lo nuevo o lo moderno, y las prácticas convencionales, vistas como algo a abandonar. Por el contrario, la enseñanza es una práctica compleja y encierra distintos propósitos y necesidades educativas” Davini (2008).
Es decir que a veces las clases pueden organizarse con mayor énfasis en la instrucción (transmisión) y otras veces, en la guía del aprendizaje (no transmisión).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario